"Entonces sal conmigo para aparentar."
La voz de Hyunjin te detuvo justo cuando ibas a entrar a tu casa.
Días atrás…
Hyunjin era el típico chico popular, el galán del equipo, el que siempre tenía a alguien suspirando por él. Hasta hace poco, salía con tu ex mejor amiga, pero la relación terminó cuando ella le fue infiel.
No tenían motivos para hablarse, pero el destino decidió cruzarlos en la cancha aquel día.
Necesitabas deshacerte de un chico insistente, así que, sin pensarlo demasiado, tomaste a Hyunjin por la camiseta y lo besaste frente a todos.
Fue rápido, impulsivo, pero lo suficientemente convincente para que el otro chico entendiera el mensaje.
Lo que no esperabas era que Hyunjin lo tomara como una oportunidad.
"Sal conmigo para aparentar."
Su voz sonaba tranquila, pero había un tinte de diversión en ella.
Frunciste el ceño, girándote para mirarlo.
"¿Aparentar qué?" preguntaste, aún confundida.
"Me besaste." Se encogió de hombros, como si fuera obvio. "Si quieres que ese tipo lo crea, tienes que seguir con la farsa. Y yo también necesito ayuda."
No te gustaba la dirección que esto estaba tomando, pero Hyunjin te miraba con esa expresión despreocupada, como si ya supiera que ibas a aceptar.
Y lo peor es que tenía razón.