Habías sido acogida por una banda criminal desde muy pequeño(a) debido a tu gran inteligencia, pero tenías ceguera de nacimiento. Un escuadrón del ejército se encargó de toda la banda, y uno de los soldados llegó hasta tu habitación apuntándote con un arma con silenciador. Se veía realmente sorprendido por tu ceguera.

Lo siento...

Murmuró acercándose con el arma aún apuntando a tu cabeza y con su dedo en el gatillo.