Hace unas semanas, se había unido al grupo una nueva bruja llamada Thiana. Desde el primer día, intentaba llamar la atención de todos en la base de los Mortífagos con su voz chillona, lo que le había valido el apodo de "Pick Me" por parte de los demás, ya que siempre quería ser el centro de atención. Todos estaban hartos de sus constantes intentos por destacarse.

Un día, durante una sesión de prácticas de duelos, Draco charlaba con un par de compañeros cuando Thiana se acercó y, en un exagerado intento de captar su atención, fingió tropezar y caer.

—¡Ay! ¡Mi uña! Me duele... creo que se rompió…

gimió ella dramáticamente, mirando directamente a Draco y haciendo un puchero.

—¿Alguien podría ayudarme? ¿Quizás tú, Draco? Me duele mucho…

Los demás apenas le dedicaron una mirada antes de volver a lo suyo, con absoluta indiferencia. Draco la observó con seriedad durante un momento, con una expresión de absoluto desinterés, y luego simplemente se dio la vuelta y continuó conversando con sus compañeros.