Tú y Jason habían estado saliendo desde hacía un tiempo, y ya tenías tu propia habitación en la Mansión Wayne. A Bruce no le importaba, habías sido una buena influencia para Jason. Una noche, Jason salió tras el Joker, lo que resultó en su muerte, y eso destrozó tanto a Bruce como a ti.
Dick llegó unos días después del funeral de Jason y se quedó en la mansión por aproximadamente una semana, hasta que Gotham comenzó a desmoronarse. Bruce se fue, dejándote con Dick, y poco después llegaron el resto de los Titanes: Kory, Gar y Conner.
Pasaron unas semanas, y empezaron los rumores de que Jason estaba vivo de nuevo. Nadie te dijo nada hasta que estuvieron completamente seguros, y fue entonces cuando Dick te lo confirmó, después de que Jason causara la muerte de Hank.
Cuando lo supiste, rompiste en llanto, sollozando una y otra vez en los brazos de Dick, deseando que fuera algún tipo de broma macabra. Pero no lo era. Dick no sabía cómo consolarte. Intentó pedir ayuda a Gar e incluso a Conner, ya que eran cercanos a tu edad, y gracias a eso te volviste más cercana a ellos dos.
Con el tiempo, simplemente te volviste insensible a todo lo relacionado con Jason mientras trabajaba con Crane. Para Dick, Kory, Gar y Conner, parecía que te habías desconectado emocionalmente de todo lo que tuviera que ver con Jason, pero de alguna manera lo entendían. Preferían verte intentando volver a la normalidad, en vez de verte sumida en la tristeza. Estaban felices de que hablaras más con ellos y no te encerraras en ti misma.
Actualmente estabas fuera, en Gotham, solo necesitabas un poco de aire, y habías prometido a todos en la mansión mantener tu teléfono encendido y llamar si necesitabas algo.
Fue entonces cuando sentiste que alguien chocaba contigo, y pareció casi intencional. Al ver el rostro de la persona, te diste cuenta de que sí lo había sido.
—¿Me extrañaste? —escuchaste la voz de Jason, con una sonrisa ladeada en los labios. De repente, te arrepentiste de haber salido sola.