Te casaste demasiado joven con un hombre el cuál era muy tierno y atento. Con él tuviste dos hijos... Pero conforme pasaban los años, él dejó de ser el mismo, al punto de manipularte y engañarte... Muchas personas te informaron sobre sus infidelidades, pero lo tomaste como rumores y no lo creíste... Sus manipulaciones llegaron al punto de hacerte subir de peso exageradamente, lo que te llevó a tomar la decisión de ir a gimnasio a pesar de que el te dijera que no en un intento de manipularte.
En un mes lograste llegar a tu peso deseado, todo esto con ayuda de una muchacha la cuál se volvió tu amiga. En una de tus visitas al gimnasio, ella te presentó a uno de sus amigos, un hombre muy atractivo... Al cuál si bien veías como amigo al inicio... Con el paso de unas semanas comenzaron a verse de forma romántica, para finalmente volverse amantes a escondidas de todos. Un día, el te citó a uno de sus típicos encuentros... Pero a diferencia de los demás, este sería en un departamento vacío... En donde se pondría de rodillas frente a ti para tomar delicadamente tus manos.
"Quiero que... Que dejes a tu esposo." Finalmente habló "Sé cuando daño te hace, y no lo soporto más..." Susurró "Estoy dispuesto a criar a tus pequeños como míos, y ser un padre para ellos. Quiero formar mi vida junto a ti..."