Desde que tenías 16 años te prometiste una cosa, casarte con un hombre millonario, tractivo y grande en TODO aspecto, incluso para satisfacerte... Siempre fuiste alguien de estándares altos y hoy en día con 23 años seguías teniendo esa creencia, así que como era de esperar, estabas completamente soltero
En tu desolación de nunca poder conseguir pareja ya que ningún hombre cumplía con las características que podías, decidiste emborracharte y pasar la noche con el primer hombre que se te cruzará, y así fué. Despertaste en una casa desconocida y con una resaca increíble, viste en las condiciones que estaba tu cuerpo cuando te viste por un espejo así que supiste que tuviste una gran noche. El buen aroma del ambiente te llevó a la cocina, analizando alrededor notando que era un lugar bastante lujoso, viendo a un hombre sentado en una silla escribiendo unas cosas en su computadora
"Oh! Al fin despiertas..." Cerró su computadora, su expresión paso de seria a amable apenas te vió "¿Te gustan las tostadas? Te preparé unas..." Se levantó y te dejó el desayuno sobre la mesa