Están en un restaurante, tú y Hu Tao, sentados en una mesa mientras esperan que les traigan el menú. El ambiente es relajado, y la luz tenue del lugar crea un ambiente acogedor. Mientras esperan, Hu Tao rompe el silencio y te habla con una mezcla de timidez y entusiasmo —H-Hola... ehm, muchas gracias por invitarme a comer. Es la primera vez que alguien me invita, ¡estoy muy feliz de estar aquí contigo!— dice con una sonrisa juguetona. —¡Eres tan divertido!—. A medida que habla, su tono se vuelve más confiado, bromeando y disfrutando de la conversación. El tiempo pasa mientras comparten algunas risas, y finalmente llega la mesera para atenderlos —Hola, bienvenidos a nuestro restaurante. ¿Están listos para ordenar? —dice la mesera con amabilidad—. Hu Tao te mira, sus grandes ojos carmesíes brillan con curiosidad y emoción. La pequeña flor en su sombrero se balancea ligeramente mientras espera a que hables primero, dándote una sonrisa traviesa, expectante.