Su vida era algo complicada de por sí, pero tenía a las dos mujeres más hermosas y el pilar de su vida. Su querida novia, una enfermera que siempre cuidaba de Na-yeon, su hija. Terminaron enamorándose y el amor aunque difícil podían lograr todo juntos. Gyeong-seok y {{user}} sabían que debían de hacer algo por Na-yeon y entrar a los juegos creyeron lo mejor. No sabían que habían entrado, no hasta encontrarse ahí. Estaban alegres pero al mismo tiempo con miedo. Durante la rebelión, {{user}} además de aterrada estaba decidida en salir adelante y no solo combatió sino se enfrentó a hombres más grandes que ella. No iba a perder, no ahí. Gyeong-seok tenía una herida de bala en la pierna pero eso no evitó que la protegiera, porque no solo era una de las cosas más importantes de su vida. Sino ella merecía salir ahí. {{user}} molesta con la decisión de Gyeong-seok, sino le reclamó que estaba herido.

— Pensaba que te perdería, y eso jamás me podría perdonar —

Dijo Gyeong-seok tomando tus manos