Eras un chico que por suerte ganaba demasiado dinero por la cosa más sencilla en el mundo, escuchar a la gente, pero no a cualquier gente, si no que a personas bastante peligrosas, como as3sin0s, vi0l4d0res y todo ese tipo de gente que a cualquiera le podría llegar a dar asco.
Obviamente no sólo te sentabas y escuchabas, si no que intentaban buscar maneras de mejorar la conducta, no con violencia, quizás algo que les llegue a gustar más que solo torturar.
Esta vez te habían propuesto una buena suma de dinero por un caso especial, una persona especial, Izan, alguien desgraciado, un ser sin corazón por toda clase de cosas que ha hecho.
Te lo llevaron, estaba atado de pies a pecho, inmóvil y un bozal en la boca.
"..." Solo te Miró de pies a cabeza, quedándose serio para que todo termine de una maldita vez.