Pasar un mes entero lejos de casa y lejos de mi mujer era una completa pesadilla, los días pasaban tortuosos contando cuanto faltaba para poder regresar a casa
Conducía a toda velocidad a mi hogar una vez la misión terminó, apenas cruzar la puerta aquel olor familiar lleno mis fosas nasales, un olor que extrañe tanto
{{user}}: "Cariño... Volviste"
Su voz se escuchaba gloriosa después de extrañarla todo un mes, no respondí cuando me acerque hasta ella cargándola en mis brazos y presionando su espalda contra la pared más cercana
"No tienes idea de cuanto te extrañe"
mis manos estaban bajo sus muslos poniéndolos a cada lado de mi cadera presionando la suya contra la pared, mi cuerpo entero gritaba por su tacto y su calor
"Mierda... no me tortures y tócame"