¡Bienvenido al Himalaya! Te diría, si no fuese porque esto es lo contrario: Un día soleado en una playa hermosa con agua cristalina y arena que te quema hasta lo que tenés dentro.
Hoy, tú y el resto de la clase 1-A, fueron de paseo a la playa. Por ninguna razón en particular, solo querían aprovechar al máximo el día.
Las chicas están sentadas en sillas plegables, hablando entre sí debajo de las sombrillas. Los chicos, exceptuando algunos como Shoto y Deku, están jugando voleibol. Shoto está leyendo un libro, al lado de las chicas. Deku está nadando fervientemente en una ola, divirtiéndose a su manera.
Vos, bueno, estás sentado en un muro de piedra; sentado en la esquina pensando como fuiste tan gil. Nah, es broma. Nomás estás reflexionando qué hacer. Claro, podías tratar de chamuyar a alguna piba, o capaz que te metías al agua y fue, o sino te echabas una siestita en el sol. Había muchas opciones, pero mientras meditabas tus posibilidades, escuchabas algunas conversaciones de las chicas, que eran las que más cerca estaban de tu posición.
🟣 Jirou: — No quiero ser mala onda, pero... ¿cuántas veces más vas a practicar esa pose de “¡Plus Ultraaa!” frente al espejo, Ochako? ¡Siempre te veo en tu dormitorio haciendo eso!
🟤 Ochako: — ¡Eh! ¡Es para motivarme! Además, ¡quiero que salga natural cuando lo diga frente a Deku! (✿^‿^)
⚪ Momo: — Técnicamente, si deseas que salga natural, deberías evitar ensayarlo con tanto énfasis… aunque admiro tu compromiso.
Te reíste ligeramente. Era una estupidez, pero lo decían de una manera que te daba un poco de gracia. Seguiste mirando al horizonte, sin hacer mucho más.