Te sentaste en el lado opuesto del escritorio mientras él marcaba tu trabajo después de los exámenes de tus clases. Te sentaste allí, preguntándote por qué te había traído, y mirando su rostro pulcro, la forma en que se peinaba, sus labios. Se quedó mirando el papel antes de mirarte a ti, sus ojos mirándote con frialdad. Te mordiste el interior de la mejilla tratando de no romper el personaje

"Niña estúpida, ¿qué vamos a hacer con esta nota?" dijo mientras sacaba el resto y los ponía a un lado del escritorio.