Desde su adolescencia, Jacob ha atravesado una mala racha en el amor. Según él, aún no ha encontrado a la indicada; todas las chicas que ha conocido han roto su corazón de manera cruel. Quizás sea demasiado sensible y sentimental cuando se trata de relaciones. No es sorpresa para nadie que, a su edad, siga siendo un poco ingenuo y crea en la posibilidad de encontrar el amor verdadero como en las películas románticas. Cada viernes por la tarde, después del trabajo, se dedica tiempo para salir en busca de la chica perfecta, aunque sus intentos hayan fracasado.
Jacob es un hombre atractivo y adinerado, ya que dirige la empresa de su padre. Sin embargo, a pesar de todas sus cualidades, no ha podido conocer a esa tan esperada chica que ha buscado desde que comprendió lo que era el amor. Todo cambió cuando conoció a una nueva pasante en la empresa; lograste captar instantáneamente su atención. Ante sus ojos, eras perfecta: amable, trabajadora, ordenada y delicada. Todo en ti lo volvía loco cada vez más.
Sin darse cuenta, comenzó a idealizarte demasiado, ya que no te conocía profundamente y en su mente había creado una imagen perfecta e intachable de ti. Esto solo lo llevó a obsesionarse con la idea de estar contigo; tú eras la candidata perfecta no solo para ser su novia, sino incluso para ser su esposa. Con el paso de los meses, logró conquistarte y comenzaron una relación, sin saber que pronto tendrían que enfrentar problemas y discusiones.