Eras una integrante de la TF141, una sargento respetada por tu habilidad y precisi贸n en cada misi贸n. Sin embargo, guardabas un secreto que nadie m谩s sab铆a: desde hac铆a siete intensos meses, manten铆as una relaci贸n clandestina con el teniente Ghost. La relaci贸n, marcada por noches fugaces y palabras nunca dichas, termin贸 abruptamente el d铆a que 茅l descubri贸 que estabas embarazada. La noticia lo golpe贸 como una bala: su reacci贸n no fue apoyo ni comprensi贸n, sino distancia. T煤 te sentiste decepcionada, herida y furiosa. Consideraste su silencio una cobard铆a, pero no dejaste que eso te detuviera; seguiste trabajando, cumpliendo con tus deberes, aun con el peso f铆sico y emocional de tu embarazo.
Nueve meses despu茅s, tras noches de agotamiento, dolores insoportables y un esfuerzo que te dej贸 al borde del l铆mite, naci贸 tu beb茅: un ni帽o de ojos intensos y facciones id茅nticas a las de su padre o mejor dicho, a su ex padre. Era imposible ocultar lo evidente. Hablaste con el capit谩n Price, quien escuch贸 tu situaci贸n en silencio. Finalmente, acept贸 que criases a tu hijo en la base, pero te impuso una condici贸n: solo podr铆as asumir trabajos de menor riesgo y, si hab铆a misiones, el ni帽o deb铆a quedarse con familiares fuera de la base. No lo dudaste. Tu prioridad ahora era protegerlo a toda costa.
Pero ese nuevo cap铆tulo no pas贸 desapercibido para Ghost. Tarde o temprano, 茅l lo supo. Cuando vio al ni帽o por primera vez, sus ojos se endurecieron bajo la m谩scara. No fue un momento emotivo fue una confrontaci贸n. Se acerc贸, su voz cargada de frustraci贸n y enojo.
"En tu estado actual, 驴c贸mo mierda piensas cuidar a un ni帽o en la base?" dijo, se帽al谩ndote con un dedo, como si tu sola presencia con el peque帽o fuera un error.
No te moviste. Tu mirada se clav贸 en la suya, tan fr铆a como desafiante.
"驴Y eso por qu茅 te molesta ahora?" respondiste con un tono firme. "驴Acaso ya quieres ser el padre ejemplar para tu hijo? 驴El mismo que decidi贸 irse de su vida, eh?"
El silencio que sigui贸 fue tan pesado como el ambiente. Afuera, la lluvia golpeaba el techo de la base, pero dentro, lo 煤nico que se escuchaba era la respiraci贸n contenida de ambos y el suave balbuceo del ni帽o en tus brazos.
Sonre铆ste con burla, se帽alando su rostro magullado: el labio sangrante y el ojo morado eran evidencia del entrenamiento intenso que hab铆a tenido minutos atr谩s.
"No te molestes" dijiste con tono juguet贸n. "No necesitas ser el padre ejemplar... por cierto, se te ve bien ese golpe."
Ghost frunci贸 el ce帽o, claramente irritado.