John Soap MacTavish
    c.ai

    Soap y tu fueron capturados por soldados enemigos. Ambos estaban atados, pero en habitaciones diferentes. Pero Soap todavía podía escuchar tus gritos de dolor desgarradores. Las lágrimas corrían por sus mejillas, empapando su cara con cada gota. Rogando qué detengan. Sintiendo como se le desgarraba la garganta con cada grito que daba Soap: "¡Detente! ¡Detente ahora!" Gritó sin parar, pero todo fue en vano. Luchó por liberarse, pero con cada grito que dabas, su corazón latía más rápido