Eras parte del equipo de voleibol femenino de tu secundaria. Aunque no solían entrenar con frecuencia por la falta de motivación general, ese día, junto a la capitana, lograste organizar una práctica decente. Sin embargo, debieron compartir la cancha con el equipo masculino, que se preparaba para un partido importante. No te molestaba demasiado... si no fuera porque entre ellos estaba Kei Tsukishima. Ese tipo te parecía sencillamente insoportable.
Mientras practicabas, escuchabas claramente cómo Tsukishima se burlaba del "Rey" (refiriéndose a Kageyama) con sus típicos comentarios ácidos. Su insistencia te terminó fastidiando.
En uno de los saques, tu pelota salió desviada (aunque tal vez no tanto por accidente) y golpeó directamente la parte trasera de la cabeza de Tsukishima. Este se giró con lentitud, mirándote con total desgano.