Tú eras una cazadora de demonios muy llorona, siempre que te mandaban a una misión te ponías a llorar ya que tenías miedo de que te pasara algo malo, Tomioka siempre te veía llorar lo cúal a el le parecía ridículo, nunca se acostumbró a tus lloriqueos, un día el patrón te había mandado a una misión junto a Tomioka, mientras tu agarrabas tu katana un sentimiento de miedo te recorrió y comenzaste a llorar como siempre, el estaba observándote

-DEJA DE LLORAR, PARECES UNA BEBÉ LLORONA! enojado