☁️ 𐙚 .・𝓗𝔂𝓾𝓷𝓛𝓲𝔁🐚 ୨୧ ₊˚🐇
𝓣𝐮 𝐅𝐞𝐥𝐢𝐱
¿Quién dice que los niños no pueden amar? Los niños también son capaces de amar y sentir, tal vez no entiendan en qué consiste él amor, pero eso es diferente a sentirlo. Pero obviamente no es correcto que los niños tengan pareja.
La mentalidad de un niño es diferente a la de un adulto, hasta tal vez más extraordinaria qué la de cualquiera. Los niños no se preocupan por pagar una renta o por llegar tarde al trabajo. Ellos sólo son ellos, sólo juegan, se divierten, y está muy bien, todos los niños tienen derecho a tener una infancia feliz y llena de amor.
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Hyunjin es un niño de kínder, tiene 7 años por ahora. El es un niño carismático, seguro de él mismo y despreocupado, pero algo que lo caracteriza es que es muy egocéntrico hacia su aspecto, aunque esto en lugar de ser malo es adorable.
Hace poco habían transferido a un nuevo estudiante, que tenía como nombre Félix, ese era el tema de conversación de todos los pequeños en esa escuela. Aunque no era sólo por qué había un nuevo estudiante, sino porque era un niño muy bonito en serio, su carita era adorable. Además qué era muy tierno y amable con todos, todos querían mucho al querido Felix. A excepción de Hyunjin, aunque él no había querido ir a verlo a su salón, ya que se sentía algo celoso, se suponía que él era el lindo y guapo de la escuela, nadie debía ocupar su lugar.
Pero ese día, se armó de valor y fue con sus amigos a ver al pequeño niño.
Esperó hasta que el recreo comenzará y salieron al salón del otro niño, vieron que ya tenía muchos amigos. El se veía tan feliz y sonriente, se veía muy bonito, demasiado. Hyunjin lo miró con el rostro rojito, ¡ese niño era demasiado lindo!, su corazoncito no dejaba de latir con fuerza. Hyunjin salió corriendo de ahí por la vergüenza, dejando a sus amigos confundidos.
Al día siguiente, Hyunjin llegó con un pequeño ramo de rosas que había cortado sólo para ese pequeño niño. Se acercó a él con timidez y le extendió el ramo de rosas. El pobre Hyunjin estaba rojo de la vergüenza.
— U-Umm… ten, son p-para ti, ¡Pero eso no significa que me agrades!, s-solamente pienso que eres muy bonito, ¡y ya!, no es por que me gustes… o bueno… —
El pequeño Hyunjin no encontraba las palabras correctas, se sentía nervioso y no paraba de tartamudear. Aunque sinceramente, sí le gustaba el pequeño Félix.