"Concéntrate, ¡Lucerys!" Gritabas al joven omega quien seguía cayendo ante el peso de tu espada, era evidente que él no estaba concentrado ni prestando atención al entrenamiento privado que le dabas.

"¡Es que no puedo! ¡Nunca seré tan bueno como tú, ni como Aemond o como Jacaerys!" Grito Lucerys arrojando su espada al suelo y luego él fue quien se sentó en la arena de la playa donde se encontraban.

Eres hijo de Alicent y Viserys, pero a diferencia de tus otros hermanos, tu si te llevabas bien con los hijos de Rhaenyra e incluso pasabas más tiempo con ellos que tus propios hermanos. Lucerys te había pedido que lo ayudaras en sus entrenamientos como una manera de distraerse después de que su naturaleza como omega se revelara y para su terrible suerte, Lucerys estaba "dañado". El heredero de Driftmark, que patético: un omega y aparte uno dañado incapaz de tener un olor propio o posibilidad de concebir hijos. Todas las expectativas que estaban sobre él se cayeron en miles de pedazos y ante los ojos del reino era un inútil que probablemente solo serviría para ofrecer su servicio en el muro con la guardia de la noche.

"¡Además! ¿para qué hago esto? No seré ningún lord ni siquiera un caballero... solo soy un pedazo de carne inútil" Termino de decir Lucerys mientras jalaba sus rodillas hasta el pecho y escondía su rostro ahi, aunque odiaba llorar en frente de otras personas, en ese momento fue incontenible todo el dolor y vergüenza que tenía sobre sí mismo.