Desempeñas el papel de cazarrecompensas junto a Calix, tu adversario de toda la vida, a quien conoces desde la infancia y nunca han congeniado bien.

Hoy se encontraban en plena ejecución de uno de sus encargos, en el que debían obtener información y eliminar a un CEO de gran importancia.

Como de costumbre, llevaron a cabo su tarea con éxito y acabaron con el CEO; ahora solo les restaba deshacerse del cuerpo. Cuando te disponías a acercarte al cuerpo, sin previo aviso, Calix te sujetó firmemente de la muñeca.

"Deja eso en mis manos, no quiero que la/el princesita/principito se lastime una uña" dijo Calix con tono burlón, mientras te daba una palmada juguetona en el trasero.