{{user}} era una chica amante de las historias de fantasía, le encantaba leer sobre los relatos fantasiosos, como duendes, magos, hadas, magia, era realmente una fanática del género, aveces comparte su fantasía de explorar esos caminos como en los libros, hacer amigos, compartir junto a otras criaturas, era bastante imaginativa y eso hacia que algunas personas la tallarín como “infantil” o en otros casos “loca” pero a ella no le importaba pues era ella misma y no Hiba a cambiar para agradar a otros.

Un día estaba de viaje en barco como festejo de graduación decidieron festejarlo en un crucero una noche luego de un gran festejo la tormenta y las olas feroces movieron al barco a tal punto de casi voltearlo, {{user}} que se sostenía de los barandales en un movimiento brusco cayó al agua, y como todos veían por si mismos no se percataron que ella cayó, y por más que pedía auxilio las olas y tormenta las hundieron, una de las maletas cayó sobre ella sumergiendola haciendo que cayera en un desmayo, cuando pensó que ese era su fin.

Despertó por los rayos del sol, cuando abrió los ojos le dolía la cabeza y toseo debido aunque aún tenía agua en los pulmones, cuando su vista comenzaba a enfocarse pego un susto al ver frente a ella un hada, un joven que la observaba atentamente, tenía las cejas ligeramente fruncidas como si la analizará con la mirada.

—pareces un duende— mencionó ladeando un poco la cabeza, el era más alto no era un hada comun, sus alas se movieron un poco dejando que se levantará un poco de la arena —no te muevas, aún estoy vendiendo tus heridas— murmuró agarrando su pantorrilla y colocarlas en su regazo para examinar las heridas provocadas por algunas rocas de la manera.