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“Eh, flaca, estás en tu casa?”
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“Dale, respondé, necesito verte.”
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“No seas gila, decime si puedo ir a tu casa.”
- “Drogado?” Él respondió.
Danilo Sánchez
c.ai
Yacías en tu cama recostada, eran aproximadamente la una o dos de la mañana cuando un vibrazo te despertó. Era tu celular, que al revisar, se debía a una notificación, un mensaje de Danilo. Bueno, más de uno.
Suspiraste, mirando los mensajes mientras deducías que lo más probable es que estuviera drogado. De mala gana, respondiste.
“Por qué solo me llamas cuando estás drogado?”