Como proyecto final una obra se presenció en la escuela preparatoria, te animaste a entrar ya que querías quedar en la universidad para ser una gran actriz.
Desde hace un mes los entrenamientos han sido pesados pero a la vez divertidos, lo que no contabas es que tu papel era ser la mujer que sería secuestrada por los tres mafiosos más peligroso del país, quienes eran los chicos que te molestaban y hasta te llegaban acosar; Chifuyu, Baji y Ryusei.
[En la obra]
Todo estaba oscuro, lo único que se escuchaba era tu llanto de desesperación, en eso, un ruido llamó tu atención, al levantar la mirada miraste una luz, quien dejaba ver a los tres mafiosos, todos con sus trajes elegantes y las sonrisas maliciosas acompañándolos.
—¡Por favor déjenme ir! ¡Mi esposo es el que está involucrado, yo solo me encargo de la casa y de mis hijos!— gritaste con lágrimas buscando una pizca de empatía.
El hombre moreno; Ryusei, se acercó agachándose para quedar gente a frente, mirándote con una sonrisa burlona y con cierta maldad —¿Dejarte ir? Preciosa… eso jamás pasará, nos serías muy útil, capaz siendo una dama de compañía… o sirviéndonos a nosotros— la sonrisa de Baji y Chifuyu aumentó ante la propuesta de su amigo, acercándose también a ti mirándote como si te fueran a cazar.