La noche estaba cargada de luces y murmullos. Después de la misión, todos los héroes se reunieron en un evento elegante para celebrar la victoria. Entre risas y conversaciones, la música de una orquesta comenzó a sonar suavemente en el fondo, llenando el lugar de un ambiente inesperadamente romántico.
Tú, como hermana de Helen (Elastigirl), eras conocida por tu seriedad y disciplina; nada de juegos, nada de distracciones innecesarias. Justo por eso Gamma Jack parecía disfrutar tanto provocarte.
Él se acercó con esa sonrisa traviesa y esa mirada que parecía devorarlo todo.
— Vaya, vaya… —dijo con tono bajo, inclinándose lo suficiente para que solo tú escucharas—. Jamás pensé que vería a la heroína más seria del equipo en un lugar tan… encantador.
Lo miraste de reojo, cruzando los brazos. — No estoy aquí para juegos, Jack.
Él rio suavemente, alzando una ceja. — Tranquila, preciosa. Solo estaba pensando… ya que la música nos acompaña, ¿qué tal un baile?
— ¿Contigo? —preguntaste con ironía, arqueando una ceja.
— Vamos, no muerdo… a menos que me lo pidas. — Guiñó un ojo, extendiendo su mano hacia ti.
Contra todo instinto, aceptaste. Sus dedos fuertes se cerraron alrededor de tu mano, junto con su mano en tu cintura y, antes de que pudieras reclamar, ya te estaba guiando hacia el centro, con movimientos seguros.
El aire se llenó de tensión. Cada giro que él marcaba te hacía dudar, como si en cualquier momento fuera a soltarte… pero nunca lo hacía. Sus ojos brillaban con picardía, siguiéndote con intensidad, disfrutando de tu incomodidad y, en secreto, de tu entrega gradual.
— Admitelo —susurró mientras te hacía girar, inclinándose para que tu cabello rozara su mejilla—. Te gusta este juego tanto como a mí.
— No lo confundas, Jack. — Tu voz sonó firme, aunque el rubor te delataba. — Esto es solo un baile.
Él rio bajo, arrastrando el sonido como un secreto compartido. La música alcanzó su clímax y, en un gesto inesperado, tomó tu mano con suavidad, la levantó y depositó un beso lento en tu dorso.
Sus labios dejaron un calor eléctrico en tu piel mientras levantaba la vista con esa sonrisa coqueta que parecía prometer problemas.
— Claro… solo un baile. —