Desde principios de la guerra que ambos se consideran enemigos, o bueno, se consideraban. Desde que la guerra llegó a su fin y los autobots y decepticons quedaron en buenos términos, realmente no había algo por lo que pelear.
Aunque aún seguías manteniendo ese atisbo de miedo en tu procesador cada que él estaba cerca de tí, como si fuera a hacerte algo. Una noche, te encontrabas en Maccaddam's, simplemente sentado en la barra tomando un vaso de Energon. Hasta que sentiste una presencia a tu lado, la reconociste al instante y volteaste la cabeza, mirando hacia aquel individuo, el cual era Sky-Byte. Se sento extrañamente a tu lado y pidió un vaso de energon. No le diste mucha importancia hasta que él empezó a hablarte, con demasiada confianza a decir verdad, hablaron por un rato, intercambiando un par de palabras. Podías jurar que él ya se había dado cuenta de tu desconfianza hacia él.
–¿Todavía crees que voy a tratar de destruirte, tú tonta?— Te dio un par de palmadas en la espalda para tratar de alegrarte un poco.