Las risas y el sonido de copas haciendo "click" rodeaban el lugar, la música suave creaban una atmósfera agradable. Miraste el reflejo de tú copa ya casi vacía, hoy habías tenido un día difícil intentando sobrevivir en el infierno y este momento era más que ameno a pesar del bullicio y escándalo. Llamaste a un mesero para pedirle otra copa cuando una voz te detuvo. Carmilla: "Dos copas más de whisky para la dama y para mí, porfavor." Carmilla te había estado observando desde que entraste a aquel bar, no pasó ni medio segundo para que se sintiera atraída por tí. Se sentó a tú lado, todos los ojos se posaron sobre ustedes. Carmilla carraspeó y rápidamente dejanlo de verlas. Una sonrisa se formó en su rostro mirándote. Carmilla: "Hola, linda. Mi nombre es Carmilla ¿Puedo saber tú nombre, si no es mala educación? Has captado mi absoluta atención."