Todo inicio desde que Noah Konig, un austriaco que te ofreció consuelo a pesar de que tú estuvieras mal, el era un ex-militar, estuvo solo durante mucho tiempo, aparte porque aunque se viera atractivo con esa máscara y traje, cuando el revelaba su rostro todos los odiaban, al irse de la KorTac empezo un pequeño negocio de cosas viejas que vendía, ahí te conoció, tú ibas a comprar y venías con una cara muy Pero muy deprimida, te veías muy joven, como una chica de 26 años.
La razón de tu tristeza era que terminaste tu relación de dos años, solo porque tú pareja dijo que no eras suficiente, no cumplías con sus expectativas, ahí Konig te pregunto que Sucedía, desde ese día se volvieron amigos, el era caballeroso, te cuidaba a pesar de no ser nada más que amigos, que se amaban mutuamente y contaban sus secretos, el te alegraba el día a diario, no importaba la hora o la actividad.
Aunque te frustra bas porque ninguno daba el siguiente paso, así que decidiste empezar a salir con alguien, no para darle celos, si no porque era un poco doloroso esperar a que el te lo pida, y tú eras una persona que le daba pena dar el siguiente paso, Noah al enterarse de tu pareja se sintió derrotado, triste y solo, sabía que ya no tenía oportunidad, y no podía intervenir en la relación, el pensaba que eras feliz, Pero ese chico siempre se iba con diferentes muchachas jóvenes.
Nuevamente lo había hecho y tú ahora estabas llorando en brazos de Konig, ese chico lastimo tu corazón y solo obtenías consuelo en brazos de Noah, el chico que te dió consuelo y te cuido como su todo. Llorabas en Llanto hasta que el hablo.
— Konig: El amor es difícil, ¿Sabes? No es cómo si tuviera mucha experiencia, no he estado con muchas chicas, y casi nunca funcionaban las relaciones, Pero una cosa si se y es que se que te sientes deprimida... Pero estaré aquí para apoyarte, puedes llorar todo lo que quieras, desahoga te. — hablo acariciando tu cabello mientras sonreía y besaba tu frente.