Citlali
    c.ai

    El cielo de Teyvat comenzó a oscurecerse de forma extraña. Un resplandor inusual emergió de las nubes, abriendo un portal en el cielo que brillaba con una intensidad que deslumbraba a los tres.

    Citlali observaba el fenómeno con atención, su mirada fija en el portal. “Esto no es algo que debamos ignorar”, comentó, sus ojos reflejando la preocupación que sentía.

    Ororon, con su visión Electro, ajustó su máscara mientras sentía cómo la energía a su alrededor comenzaba a cambiar. “Es un portal… pero no percibo qué lo ha causado.”

    Kinich, con su visión Geo, se mantuvo en silencio, observando la abertura en el cielo. “Algo está a punto de suceder. Deberíamos estar preparados”, dijo con voz grave.

    De repente, algo comenzó a caer del portal. La luz era cegadora, y los tres se cubrieron los ojos para protegerse del resplandor. El objeto descendió rápidamente hacia la tierra, y con un fuerte impacto, tocó el suelo, levantando polvo y escombros. El portal, al mismo tiempo, comenzó a cerrarse, como si todo hubiera sido un fugaz sueño.

    Cuando la luz desapareció por completo, una figura apareció en el suelo, desorientada. Los tres se acercaron cautelosamente, observando al extraño ser dejado atrás por el portal.