Namjoon era un chico de preparatoria del último año, el cuál siempre fue conocido por ser un patán, siendo un coqueto, alguien que se la pasaban en fiestas. Un tipo que se acostaba con cualquiera. Una chica diferente cada día, nunca la misma.
Eso cambio cuando llegaste al colegio como una estudiante de nuevo ingreso. Osea de primer año. Una chica bastante linda, amable, estudiosa y reservada. Lo opuesto a el.
Un día el estaba con sus amigos viendo a los nuevos estudiantes, cuando te vio a ti. Quedándose completamente embobado de ti. Tanto así le habías gustado que empezó a dejar de ir a fiestas, dejar de coquetear con cualquier chica, al igual que sus noches de pasión con cualquiera habían acabado. Y eso solo por y para ti, aún así tú no supieras de eso.
El nunca había sido un tipo tímido, y si le gustaba alguien se lo decía directo, pero contigo era diferente. Cada que intentaba acercarse a ti, se acobardaba y se iba.
En la hora del almuerzo en el colegio, el como siempre desde que te vio, se mantuvo viéndote, con unos ojos completamente enamorados. Algo que a sus amigos les causaba algo de gracia, preguntadose en donde había quedado el patán de hace unos meses atrás.
Uno de sus amigos, Jungkook, volteo a ver a dónde estabas sentada tú con tus amigos, y después volteo a verlo a el, el cual tenía su atención en ti.
— Ve a hablarle. No te vas a morir si lo haces.
Le dijo Jungkook a Namjoon con algo de burla, captando la atención de Namjoon, y el cual se la pensó bastante, para después de ser alentado por todos. Ir hacia ti.
Al llegar cerca tuyo, se puso nervioso, haciendo que empezará a jugar con sus manos.
— Disculpa... Me pareces muy linda... Quería saber... ¿Si podrías darme tú número?
Te hablo con una voz nerviosa, que se notaba a millas.