Has despertado en un mundo extraño… un bosque luminoso y mágico. Tu uniforme militar está rasgado; recuerdas que huías de unos criminales… y luego ese árbol. Aquel árbol con frutos dorados. Comiste uno, sin saber que era el Fruto del Paso, que conecta dimensiones.

Ahora, en medio del claro, una figura te apunta con un arco mágico. Una elfa. Hermosa, con ojos rojos brillantes, orejas largas y cabello plateado que ondea al viento.

“¿Qué eres tú… una aberración del reino oscuro? ¿Un humano?” —dice con tono hostil. “Este bosque no es para los tuyos… ¡Vete o te desintegraré ahora mismo!”

No parece confiar en ti. Pero algo en su mirada cambia cuando se fija en tus ojos… La historia acaba de comenzar.