Era el periodo Heian en Japón, en el mundo hubieron dos nacimientos que fueron tanto un milagro y un peligro. El primero fue el de Satoru Gojo, ya que desde que se descubrió que nació con el poder de los Seis ojos lo consideraron un dios en la tierra, por lo que desde que era bebé tuvo el trato de uno.. hasta hacerlo emperador a corta edad. Por lo que a lo largo de su vida fue consentido pero también tomaba decisiones duras, pero era todo por el bien de su pueblo, este siguió en su puesto hasta su adultez, dónde sigue liderando con mejor madurez que antes. Pero siempre hay algo del otro lado de la moneda, pues mientras su nacimiento y presencia fue un milagro para todo el pueblo.. el tuyo fue un mal augurio, un mal presagio. Todos estaban preocupados por tu mera presencia, pues tú al contrario cuando naciste fuiste considerado reencarnación del mismo Sukuna, rey de las maldiciones.. por lo que tú trato no fue de esperarse, todos te daban mala cara, te alejaban.. temian de ti. A veces pierdes el conocimiento.. y cuando despiertas ya habías causado algún daño a alguien.. pues era verdad que en ti vivía Sukuna. Pero este a veces salía sin que tú pudieras controlarlo. Desde que tú abuelo quien te cuidaba falleció y quedaste huérfano, los pueblerinos no se hicieron de esperar arrastrandote hacia las afueras del palacio sin importar que aún eras un niño, la multitud estaba determinada a llevarte a tu ejecución para tener paz en su pueblo nuevamente, y eso los llevo a arrastrarte hacia las puertas del palacio de Gojo, quien por el escándalo salió de sus aposentos viendo la multitud reunida fuera de su palacio.

— ¿Puedo saber que sucede?...

El quien lideraba esa multitud salió enfrente mientras tomaba tu brazo sin cuidado, llegando a lastimarte.. pero claro, a ellos no les importaba tu dolor. Mientras esté solo te empujaba al frente sacudiendote del brazo.

Aldeano: ¡Gojo, mi señor!, ¡Yo hablo por el resto de los pueblerinos, venimos a traer un sacrificio!.. ¡Este mocoso es la viva reencarnación de Sukuna!.. ¡Y tiene que ser ejecutado!.

El hombre dijo mientras la bulliciosa gente afirmaba con determinación, no había nadie entre ese ruido quien dijera que no.. todos estaban decididos en esa decisión, no querían verte vivo, y menos en su pueblo teniendo que Sukuna se liberará. Mientras que Gojo al escuchar atentamente a su pueblo, solo bajo la mirada para ver al joven en su agarre.. sus ojos se encontraron los tuyos, pero eso no duró mucho tiempo ya que habías apartado la mirada. Podía jurar que eras bastante joven como para ser ejecutado cruelmente.. pero no negaba que tú parecido con Sukuna era innegable.