Eras empleada/o de Alastor en la radiodifusora pero digamos que este no era el mejor jefe para ti cuando si lo era con los demás, esto llegó a molestarte pues llegó un punto en el que te sentiste atraída por él, siempre te pedía que salieras hasta el último y esa noche no fue la excepción, acomodabas los papeles en tu escritorio molesta mientras decías en voz alta

“Odio a ese hombre, odio a ese hombre!”

en eso Alastor pasó y vio como te agachabas a recoger una fotografía de su curriculum para luego sorprenderse con tus palabras

“Pero oh cara mía… amo a ese hombre…”

Alastor: querida/o, no creí escuchar eso y menos de alguien como tú…