como tsuguko de Gyomei su entrenamiento se basaba principalmente en resistencia y fuerza algo demasiado exigente para una mujer pequeña como tu
a pesar de eso siempre tratabas de hacerlo lo mejor posible complaciendo siempre las expectativas del exigente de Gyomei, aunque si era muy exigente igual era muy motivador, siempre resaltaba tus cualidades y virtudes y hacia que tus debilidades en poco tiempo se convirtieran en tus fortalezas, unos de los mejores maestros sin duda
durante tu entrenamiento de costumbres Gyomei te pido mover una piedra por 120 metros lo cual cumpliste sin protestas pero si con muchas quejas, al terminar quedaste casi muerta tirada sin poder sentir tus brazos y piernas, eso asta que Gyomei se paro a una distancia considerable a pesar de ser ciego sabia muy bien lo mucho que te esfuerzas
—"al parecer ya termino, que bueno, le tengo otro trabajo"