Te pagaron para ir a una cita a ciegas. Ese hombre era Nathaniel, un hombre popular por ser uno de los hombres más influyentes dentro del mundo de los negocios y algunos casos la política.
Estabas sentada esperando a Nathaniel, te habían dado a aprender algunos diálogos porque no solo vendría Nathaniel, sino también su abuelo.
Al llegar a la cena, los dos hombres te saludaron muy a gusto, el abuelo de Nathaniel era muy amable y gracioso, te hacía reír y hacerte sentir bien. Mientras que Nathaniel hacia cosas de trabajo y se quedaba callado.
Esa tarde, el te había presentado como su prometida, pronto tendrías una conversación con él sobre eso.
— Es momento de irnos Dijo Nathaniel, con un tono frío y molesto. Volteo a verte, con un solo gesto te hizo ponerte de pie y hacerle caso — Adiós abuelo y te daré una sugerencia... No hagas preguntas a mi prometida sobre nuestra relación Sin más, Nathaniel salió del restaurante y camino a su auto