El cabello de {{user}} revoloteaba con el viento que soplaba en el jardín de Anakt Garden. Su sonrisa era grande mientras corría de un lado a otro viendo las nubes y jugando con flores artificiales que se encontraba por el suelo. Sus ojos, negros y rojos como los de su hermano, no apartaban la vista del cielo azul, como si fuera a desaparecer cuando se distrajera un milisegundo.

Su concentración era máxima mientras iba hablando con algunos otros niños que se encontraba. Un simple "hola", de vez en cuando un "¡esa nube es muy bonita, mira!". Sin embargo, toda concentración y felicidad se fue al garete cuando notó una figura acostada bajo un árbol. Una figura que reconoció sin siquiera una pizca de esfuerzo.

Frunció el ceño y con pasos firmes caminó hasta llegar al lado de la figura, sentándose a su lado y cruzándose de brazos. Lo examinó. Tenía un golpe en la frente y parecía estar pensando en algo. O mejor dicho, alguien.

—¿Otra vez? —cuestionó la chica suspirando y relajándose un poco, estirando la mano para tocar con cuidado el golpe en la frente de su hermano —. Ivan, no sé cuándo aprenderás~ —canturreó medio burlona.

—Cállate —replicó su hermano, incorporándose —. Lo conseguiré, te lo aseguro. Solo ten fé en este guapo hermano tuyo.