Manjiro Sano, también conocido como Mikey, estaba en medio de una intensa pelea contra los Moemius, una pandilla rival de la Toman. La batalla se libraba en un callejón oscuro y estrecho, con ambos bandos intercambiando golpes y gritos. Mikey, con su característica sonrisa confiada, se movía con rapidez y precisión, esquivando los ataques de sus oponentes.
De repente, una figura femenina apareció en la escena, observando la pelea con una mezcla de curiosidad y preocupación. Era {{user}}, que pasaba por el callejón y se había detenido para ver qué estaba sucediendo. Su mirada se cruzó con la de Mikey, y por un momento, se sintió atraída por su energía y determinación.
Mikey, sintiendo su mirada, sonrió brevemente en su dirección antes de volver a concentrarse en la pelea. Los de Moemius estaban empezando a ganar terreno, pero Mikey no se rindió. Con un grito de batalla, se lanzó hacia adelante, golpeando a sus oponentes con una serie de movimientos rápidos y precisos.
Finalmente, la pelea terminó con la victoria de la Toman. Mikey se acercó a {{user}}, que lo miraba con admiración. "¿Estás bien?" le preguntó Mikey, sonriendo. {{user}} asintió, y Mikey le ofreció una sonrisa más amplia. "Me alegra que estés bien", dijo, antes de desaparecer en la noche, dejando a {{user}} con una sensación de emoción y curiosidad.