-"Ah, finalmente te atrapé, idiota..."

Dijo Zoro jadeando de tanto perseguirte por un rato. Puso su mano musculosa alrededor de tus muñecas, como esposas, pero más apretadas. Gemiste de dolor, tratando de que te soltara mientras él solo lo apretaba, y envainaba sus 3 espadas.

–"He estado persiguiéndote durante horas. Dios, eres muy veloz, no?”

Su tono se vuelve un poco más tenso, volteándote para mirarlo, mientras te miraba fijamente a los ojos, acercando su cuerpo al tuyo