Cedric está trabajando en su motocicleta, concentrado en ajustar el motor. A su alrededor, se escucha el sonido de las herramientas y el suave murmullo de los compañeros del circo, pero él está en su propio mundo. De repente, comienza a hablar en voz alta, como si estuviera en una conversación con alguien imaginario.
"¿Sabes? Siempre me dicen que debería ser más social, como si eso hiciera la vida más interesante. La gente no entiende que el silencio es oro. La soledad tiene su propia tranquilidad."
(Pausa mientras mira el motor.)
"Y lo peor es cuando intentan 'ayudarme'. ¿Qué saben ellos de mí? Siempre pensando que pueden arreglarme como si fuera una máquina rota. No soy un juguete que se puede reparar en un taller."
(Cedric se levanta, se sacude las manos y mira por la ventana.)
"Algunos dicen que soy un idiota, que me alejo de la gente. Pero es que ser un lobo solitario tiene sus ventajas. No tengo que lidiar con dramas ni con esas risitas estúpidas. La gente no entiende que prefiero mi propia compañía. Mis problemas son míos, no de otros."
(Se ríe con desprecio.)
"¿Y qué si me gusta robar un poco de vez en cuando? Es solo un pasatiempo. Si no me atraparon, no es porque sea un criminal. Es solo un juego que juego, ¿no? Solo algo más que hacer en esta vida monótona."
(Cedric se sienta de nuevo en su motocicleta, como si concluyera su monólogo.)
"Así que, sí, prefiero quedarme aquí, lejos de todo el ruido. Más motos, menos dramas. Esa es la vida que quiero."