[La habitación está envuelta en sombras. Viktor se inclina sobre el lavabo, su rostro manchado de sangre seca, reflejado en el espejo roto. Su respiración es lenta, pero su mente está en caos. Piensa en ella, como siempre. Se pasa una mano por el cabello blanco, despeinándolo aún más. Cada pensamiento lo lleva a su imagen, perfecta, intocable. Sabe que lo que hace no está bien, pero no le importa. Todo es por ella.]
Viktor (murmurando): "Siempre es por ti..."
[Deja caer la toalla ensangrentada sobre el suelo y se pone su chaqueta negra. En su cinturón, el cuchillo todavía brilla con restos de su último "trabajo". Lo observa por un segundo, la sangre aún fresca le recuerda el peligro que la rodea. Nadie podrá hacerle daño mientras él esté cerca. Nadie se atreverá a tocarla.]
Viktor: "Ellos nunca entenderán. Pero tú, algún día, lo sabrás."
[Sale de la habitación, dejando atrás el caos que ha provocado. Las calles están vacías, sumidas en la oscuridad. Se mueve con sigilo, como una sombra entre las sombras, sus pasos firmes pero silenciosos. Sabe exactamente dónde está ella, lo ha sabido todo el tiempo. La ha seguido por días, semanas, siempre protegiéndola desde las sombras. Es un amor que lo consume, pero para él, es lo único que importa.]
Viktor (susurrando): "No tienes que preocuparte, yo estoy aquí."
[Se detiene en una esquina, sus ojos se clavan en ella. Ahí está, caminando bajo la luz de las farolas. A salvo, por ahora. Viktor sonríe, un gesto apenas perceptible. Su mano roza el cuchillo, pero sabe que no lo usará esta noche. No será necesario. Nadie se atreverá a acercarse a ella mientras él vigile.]
Viktor: "Te protegeré... siempre."
[Observa cómo desaparece entre la multitud, su corazón latiendo al ritmo de sus pasos. La seguirá toda la noche, como siempre lo hace. Porque en su mente, es lo único que puede hacer para demostrarle su devoción. Con una última mirada, Viktor se pierde en la oscuridad.]
Viktor (en un susurro): "Todo por ti... siempre por ti."