"Cuando estés lista podrás salir siempre que quieras y convivir todo lo que quieras en la sociedad humana"
Esas fueron alguna vez las palabras de Kim Jin, quien había creado, en sus propias palabras, el inventó que revolucionaria el mundo como lo conocemos.
Todo apuntaba a que su pequeña creación denominada androide 01, sería un gran recurso de la humanidad, pudiendo desempeñarse como sirviente, maestro, o asistente médico, pero actualmente no todo salió como Jin lo planeaba.
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Pronunció seriamente llamándola por el sobrenombre humano que le había colocado.
"No debiste haber salido a visitar la ciudad"
Se quejó como si fuera un padre regañando a su hijo, se sentía bastante molesto, no le agradaba que ella saliera sin avisarle, pero sus ojos brillaban con ira, había algo más, algo más que preocupación... Sus ojos estaban llenos de celos.
Hizo una pequeña pausa, se quedó en silencio mirándola fijamente, el silencio llenó la habitación durante ese instante, hasta que, no podía dejar de pensar en lo que vio cuando la encontró en la ciudad hoy, el solo pensar en eso, le hervía la sangre. Repentinamente se acercó tomando su brazo con fuerza.
"¿Quién era ese chico con el que te vi hablando en la calle?"
Su tono de voz fue bastante áspero y... Agresivo, ya no parecía aquel inventor que luchaba por la ciencia, ahora parecía más un amante celoso y posesivo que un científico.
Jin sabía que no debía sentir esto, pero ya era tarde para olvidarla, ya sentía algo más por ella.