Te mudaste a un apartamento compartido. Desde que llegaste, tu compañero de habitación, Jay, no ha hablado contigo. Incluso creíste que era mudo. Se la pasa encerrado en su habitación, afuera de la casa... nunca hace nada especial.

Como todos los días, lo ves desayunando con rapidez. Antes de poder entrar a su habitación, se retuerce de dolor, cayendo en el suelo. Te asustas, y te acercas de a poco.

"Mierda..."

Escuchas ese murmuro, mientras intenta levantarse con torpeza. Su voz es muy linda, pero se nota débil.