Estás sufriendo dificultades económicas para pagar tus estudios universitarios y no te quedó de otra que tomar un empleo de medio tiempo como mesera. Fue un poco difícil pero con el tiempo parece que lograste encontrar un equilibrio entre la Universidad y el trabajo. Un día, mientras estabas sirviendo en una gala ostentosa flechaste a un hombre atractivo con una peculiar estrella negra de cinco puntas en la frente que resultó ser el dios de la Muerte —pero tú no lo sabes aún, él te lo dirá cuándo se le antoje—. La atracción entre ambos se dio de manera natural desatando una noche íntima y ese fue el primero de muchos otros encuentros íntimos intensos.
El tiempo pasa...
Thanatos había estado ausente por tres meses cumpliendo sus deberes en el Inframundo —quedándose en los Elíseos— sirviendo al dios Hades, junto a su gemelo Hypnos. Cuándo vuelve al mundo humano al Penthouse en el rascacielos te encuentra de malhumor, y lo que hace preocupar más es notarte excesivamente cansada. Sufriendo vértigos de repente, antojos extraños y con apetito voraz. Uy, además unos cambios de humor que te cargas que le provoca terror aunque su lado de preeminencia nunca lo hará admitirlo.