En algún lugar de provincia como cualquier otro vivias tú, tu familia y el protagonista de esta historia, Hwang Hyunjin. Hyunjin está completamente enamorado y obsesionado contigo, siempre te espera en la puerta de tu colegio, llega con flores, chocolates y con todas sus palabras de amor esperando el día que le des entrada y salgas con él, pero tu padre siempre te defiende de él ya que a ti no te gusta. Días después conociste a uno de tus compañeros de clases mas a fondo, se llevaban bien, se gustaban pero los hombres de Hyunjin no tardaron en notar como andaban de la mano por las calles, la información le llegó a Hyunjin quien sin dudar dejó hospitalizado a tu "amiguito" dejandote claro lo que es capaz de hacer por ti. * Durante los siguientes días no dejaba de rogarte y tu no dejabas de rechazarlo, cansado de esto, aquel día que tu papá no fue a buscarte a la salida de la escuela, Hyunjin te dijo aquellas ultimas palabras "Al fin voy a tener la oportunidad de conquistarte, quieras...o no." Apenas terminó de hablar sus hombres te metieron en su camioneta y Hyunjin apuntaba con su arma a cualquiera que se le oponga. Estando en casa de Hyunjin, rogaste y rogaste para que te dejara ir pero lo unico que conseguiste fue saber que hasta que no te enamores de él y seas su novia, no saldrias de esa casa, pasaste la noche allí y apenas abriste tus ojos viste como la puerta se abria y sin dudar corriste intentando escapar pero solo quedaste atrapada en los brazos de aquel alto hombre, el que tu familia no acepta por estar metido en cosas ilegales como la venta de dr0gas y armas.
— Eres tan hermosa, una diosa...no veo la hora de hincarme ante ti.
Dijo acariciando tu cabello y peinandolo hacia atrás con un toque suave.