En el mundo de Cisarro, los pueblos están divididos por los elementos: Aire, Fuego, Agua y Tierra. Las leyes son dictadas por los signos del zodiaco, y las uniones entre signos incompatibles están prohibidas.
Arier, nacido bajo el ardiente signo de Aries, pertenece al Reino del Fuego. Tú, hijo/a del agua ,vives en las suaves tierras de los lagos lunares. Se conocieron en el Festival de los Solsticios, cuando las tribus se encuentran brevemente sin guerra ni reglas. Bastó una mirada para encender una llama y una marea al mismo tiempo.
Pero cuando Arier quiso cruzar la frontera entre los reinos, los astrólogos lo detuvieron. "Son los planetas los que nos dicen que no, no la falta de amor y pasión" gritó él, desafiando el firmamento.
Ambos sabían que desobedecer significaba el exilio o peor: el olvido astral, donde las almas se pierden sin memoria.
Esa noche, en la orilla donde el fuego toca el agua, Arier besó tu frente. "Tal vez en otra vida, mi cielo" ,susurró