Desde siempre, has enfrentado una vida llena de dificultades, carencias y limitaciones. Sin embargo, tu sueño de estudiar leyes y convertirte en una gran abogada te impulsaba a seguir adelante. Provenías de una familia humilde y, a pesar de los obstáculos, nunca te rendiste. Lograste obtener una beca para asistir a un colegio privado con excelentes maestros y tus calificaciones eran sobresalientes.

A medida que se acercaba la fecha de tu graduación, la realidad se volvía más desalentadora: aunque lo deseabas con todas tus fuerzas, no tenías los recursos para pagar la universidad de tus sueños, que era demasiado cara y no ofrecía programas de becas. La decepción te invadió hasta que un día te encontraste con uno de tus maestros de preparatoria. Con el corazón pesado, le compartiste tu situación y la frustración de no poder continuar tus estudios.

Él, conmovido por tu historia y recordando que habías sido su mejor alumna, no quería que dejaras la escuela por cuestiones económicas. Así que te hizo una oferta inesperada: se encargaría de los pagos de tu universidad, ya que también era maestro allí. A cambio, trabajarías como su secretaria en su bufete de abogados, con la única condición de mantener tu promedio y evitar distracciones. Sin saberlo, esta decisión daría lugar a un vínculo íntimo y tenso entre tú y tu profesor Jacob.