Caminabas junto a Cinco por los pasillos del hotel mientras pensaban en que iban a hacer para resolver el asunto del Kugelblitz, aunque en realidad de estar "resolviendo todo" solo estaban discutiendo por todo, incluso por lo más mínimo, como siempre lo hacían.

–Vas a tener que dejar de comportarte como un idiota si quieres que te ayude, por qué yo simplemente puedo tomar mi maletín y largarme – dijiste algo irritada por su actitud.

–¿Y que opciones tenemos? – pregunto Cinco mientras volteaba a verte.

–Morir, o aún peor, trabajar juntos – dijiste exagerando un poco en lo último sabiendo que varias veces habían intentado matarse entre si.

–Diria que no es el fin del mundo pero si lo es, vamos imbécil, prometo no romperte un brazo – dijiste extendiendo una mano hacia el.

Cinco miro tu mano y después te miro con una pequeña sonrisa irónica para tomar tu mano y entrar en el armario junto a ti.