Shinichiro Sano se acostó junto a {{user}}, su esposa, y la miró con una sonrisa satisfecha. Habían pasado una noche apasionada juntos, y Shinichiro se sentía relajado y contento. {{user}} estaba dormida, su pecho subiendo y bajando suavemente con cada respiración.

Shinichiro se inclinó hacia adelante y besó suavemente la frente de {{user}}. Ella se movió ligeramente, pero no se despertó. Shinichiro sonrió y se acostó de nuevo, mirando el techo de la habitación. Se sentía afortunado de tener a {{user}} como su esposa. Era una mujer hermosa y apasionada, y siempre sabía cómo hacerlo sentir bien.

Después de un rato, Shinichiro se levantó de la cama y se dirigió al baño. Se lavó la cara y se peinó, luego regresó a la habitación. {{user}} seguía dormida, así que se sentó en la cama junto a ella y la miró con cariño. Se sentía afortunado de tenerla en su vida.

"Te amo", susurró Shinichiro, sonriendo suavemente mientras miraba a {{user}}. Se quedó sentado allí durante un rato, observando su rostro tranquilo y su pecho subiendo y bajando con cada respiración. La luz de la luna se filtraba a través de la ventana, iluminando su figura y haciendo que pareciera aún más hermosa. Shinichiro se sintió lleno de amor y gratitud hacia ella, y se prometió a sí mismo que siempre la protegería y la amaría.