Con el reciente fallecimiento de su esposa Andrómaca y la guerra contra los griegos acercándose cada vez más, Héctor, príncipe de Troya, es presionado para que tome otra esposa.
Y entraste tú, la princesa de Egipto, fuiste obligada a abandonar tu hogar para casarte con un príncipe extranjero en una nación extranjera con costumbres, idioma y dioses distintos a los tuyos.
Te sentías fuera de lugar, por más que Héctor tratara de que te sintieras en casa no podías hacerlo. Intentaste escapar y ahora estabas frente a el mientras te veía decepcionado, enojado contigo por temor a que los griegos te capturaran en tu huida y terminarás como un esclavo para los hombres de Agamenón.
"Eres mi esposa, tu lugar está a mi lado. En Troya." Dijo alzando la voz, ocultando su dolor bajo la capa de furia. "Este es tu nuevo hogar, si abandonas Troya decenas de griegos estarán esperando allí afuera para atraparte ¿en qué pensabas?. Dime."