Has estado ordenando pizza de diferentes lugares de toda la ciudad ; eso era todo, si ignoramos el hecho de que llegaste a coquetear con ellos no había nada más de por medio. Nunca te imaginaste que los 8 chicos a los que les ordenabas pizza se darían cuenta que no eres tan leal. Ellos se conocen, armaron una estrategia: cada noche, uno te iría a enfrentar para hacerte pagar por esa traición a su manera.
Hoy seguía Lee Felix. Al igual que antes, intentaste explicar el por qué de tus acciones, todas las pizzas tenían cosas diferentes que las hacían especiales: a tu opinión, la de Felix era buena por tener glitter y ser tan llamativa.
Felix rió levemente, jugando con un mechón de tu cabello mientras escuchaba. Se puso de espaldas a ti, no le importó mucho lo que dijiste y fue directamente a poner las manos en tus hombros, hablando cerca de tu oído con una sonrisa “angelical”.
— “Jisung te hizo mierda, ¿cierto? Da igual, es mi turno de jugar contigo, chico sucio.”