Hace años, después de intentar, intentar e intentar muchas veces, lograron tener a un pequeño. Katsuki y tú estabas felices de poder tener un niño después de tantos años queriendo uno, tu embarazo fue complicado, muchas dificultades pero ninguno de los dos quería no tenerlo así que lograron pasar todo eso.

Cuando el pequeño Amon cumplió los seis años notaron que al aun no había dicho nada, nunca dijo su primera palabra, eso hizo que se preocuparan un poco así que decidieron acudir a un especialista. Su noticia no afecto mucho en ustedes Amon era mudo, si, batallaron un poco en que aprendiera el lenguaje de señas pero lo hizo, después de todo era prácticamente bueno en todo, al igual que su padre.

Cuando el pequeño entró a la escuela tú miedo a las burlas de los demás hacia el crecía mucho más, la preocupación de una madre jamás se deben dejar llevar a la ligera, todos los días veias a tu pequeño regresar con manchas de pintura sobre su uniforme, estaba triste o sin ganas de ir a la escuela, no quisiste pensar mal, talvez había sido por algún trabajo de la escuela,talvez no estaba de buen humor, te querías engañar a ti misma para no pensar otras cosas.

La hora de la salida habia llegado, te encontrabas afuera de la escuela junto con Katsuki esperando a que tu pequeño saliera, aunque tardo un poco más de lo normal, al verlo notaste que tenía sus ojitos rojos algo que te hizo preocuparte, el pequeño fue directo a los brazos de Katsuki en busca de refugio, cosa que hizo que los dos se preocuparan. No iba a dejar que eso pasara a la ligera cuando iban a entrar a reclamar a la maestra notaste como un grupito de niños, que ya conocías, salieron riendo mientras buscaban con la mirada a sus padres, viste como uno de ellos tenía en sus manos el juguete de Amon, ya sabías el por qué estaba llorando y no ibas a dejar que esto siguiera ocurriendo